¡Buenos días! Hacía mucho que no dedicaba un poco más de tiempo al blog, pero creo que este tema se lo merece.
Seguro que habéis pensado en alguna ocasión en someteros a un tratamiento de este tipo para luchar contra la celulitis, para remodelar la silueta.. Yo la primera, pero nunca había dado el paso de hacerlo.Y ahora os digo, no sé porque no lo hice antes, supongo que el desconocimiento era una de las principales causas así que decidí que el momento de solucionarlo, informarme y actuar en consecuencia. ¿Sabíais que hay diferentes tipos de celulitis?
Me decidí por Sapphira privé por que llevaba tiempo pasando por delante y siempre me llamaba la atención, tiene una pantalla en la fachada con imágenes de los tratamientos y también una lista con la mayor parte de los servicios que ofrecen, así que como me parecieron los acertados para mi, simplemente entré.
La toma de contacto con la primera visita no puede ser más completa, te hacen una entrevista y toman medidas, hacen un diagnóstico y te explican las posibilidades de tratamiento que necesitas.
En mi caso, empezamos con dos tipos de tratamiento en cada sesión, vacumterapia y cavitación. Por supuesto al ir avanzando también el tratamiento ha ido cambiando, pero hoy me quiero centrar en los que he nombrado anteriormente.
La vacumterapia es un tratamiento no invasivo para combatir la celulitis de primer nivel. Se emplea mediante aparatos seccionadores que drenan el tejido adiposo movilizando la grasa hacia el sistema linfático. Asimismo, la vacumterapia también sirve para eliminar la grasa y disminuir la celulitis, tiene efectos exfoliantes, aporta elasticidad a la piel y relaja la musculatura.
La cavitación es una técnica no quirúrgica para eliminar la grasa localizada mediante el uso de ultrasonidos de baja frecuencia, que se aplican sobre la zona donde se concentra la grasa para disolver las células adiposas desde su interior. Posteriormente la grasa se elimina con la orina o a través del sistema linfático. Esta técnica se utiliza para eliminar la piel de naranja y la piel de colchón devolviendo el aspecto normal a la piel de las zonas tratadas, al tiempo que mejora la circulación, se eliminan toxinas y aumenta el tono y la elasticidad de los tejidos.
Cada sesión, en un principio, estaba compuesta por estas dos terapias y finalizaba con una de presoterapia.
A día de hoy sigo pensando que fue un gran acierto hacerlo y ponerme en sus manos, un equipo profesional que te hacen un diagnóstico completo y un tratamiento personalizado.
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