Un singular fenómeno de la naturaleza ha propiciado que la riojana localidad de Alfaro, se esté haciendo cada vez más conocida.
Sin embargo, lo más espectacular de tan peculiar colonia de cigüeñas radica en que, la práctica totalidad de sus parejas, han elegido para la ubicación de sus nidos la Iglesia Colegiata de San Miguel; monumental obra de los siglos XVI y XVII, construida en ladrillo macizo, y declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1.976.
La posibilidad de poder observar tan alto número de cigüeñas sobre un sólo edificio, atrae y seduce a una cada vez mayor afluencia de visitantes, que se acercan a este rincón del extremo oriental de La Rioja, junto a la Ribera Navarra, para deleitarse con tan agradable y romántico espectáculo.
El día que fuimos a visitarla apretaba el calor así que me decidí por este peto en rosa, que es mi compra más cómoda de este verano..
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